…Te veré por vez
primera, quizá,
como Dios ha de
verte.
Lenys H. Purroy
Lenys
Hernández Purroy
(Caracas,
1968)
Lenys
Hernández Purroy (Caracas, 1968). Poeta y narradora. Pertenece al
proyecto expresiones que dirige y promociona el señor José Rafael Hernández,
Maracaibo-Zulia. Ha publicado los siguientes libros: Ecos de Voz; Tiempo de Pluma y Poesía. Con el alma en los labios, Obtuvo Mención Especial en el Concurso Nano
Poesía en el 2008 y en el 2010 Mención Poesía del Mes de este portal literario.
Mereció Mención Especial en el Concurso de Poesía sobre Jorge Luis Borges de la Revista
Mandala Literaria, Cali- Colombia 2011. Su obra ha sido publicada en revistas
de Colombia, México y Cuba.
Bajo
la Sombra
Agitada del
Árbol
(2012)
Turpial
Y hablarán las
piedras sobre la fragilidad de las tardes al sol.
A leguas de una
noche
un sahumerio vegetal
te figura en el aire.
El sismo
un revoloteo
ingénito
encarna la liturgia
en las faunas del
cielo.
Nada se compara
no existe.
Desde la selva
turpial
celaré lo intocable:
las carnes desnudas
tu voz.
Historias
No busco una
sepultura
que la memoria
olvide
ella en la vuelta
se estrella
contra todas sus
voces.
La
Prístina cuerda
Qué puedo ofrecerle
a las horas
si gastados los
minutos
me torno aire
vapor
remolino lento.
Qué entregarle ahora
sin la palpitación
de un reloj oceánico
qué
si en cada compás
temblador de labios
canta mi rabia
intacta
poderosamente
desnuda.
Ando harta de ti
de tu simplicidad
cuando gira sorda la marcha torpe.
Lo peor de todo que
no puedo medirte ni los pies.
La prístina cuerda
que nos sujeta a la pared
está consumiéndose
en mi espalda.
Yo sería una
manecilla perfecta detrás de tu sombra
que sube y baja
bipolar
más no alcanzo el
círculo
el laberinto de sol
y luna desplazándose
en asaltos de humo.
Eva
Como oración de la
tarde
la serpiente en su
néctar descansa.
Bajo la sombra
agitada el árbol
encrespada en el
seno: lacta.
El
temblor del instante
Sobre el pañuelo de
tus ojos
plantaré café con
sabores de vida.
Poros lunares
humedecen el canto
que me hueles.
Entre los vagos de
canelas
y las diamantinas
ramas
que nos acunan
brotará el temblor
del instante.
Quién
eres tú para matar mi sueño
Una sola vela
alcanza.
Me oyes
y un solo rezo basta
para que tu ardua
lucha
todo se lo lleve:
el rastro la caricia el amor.
Te juro que cruzaría
tu lengua
la volvería pedazos
si no me dolieras.
Quién eres tú
para matar mi sueño.
Portada del libro: Bajo la Sombra Agitada del árbol, 2012. |
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