“No dejaré de volver
Voy a iluminar las
ventanas
Voy a enredar las
crispe de las yeguas.
No dejaré de volver.
No dejaré de volver.”
Ramón Palomares
Ramón
Palomares
(Trujillo,
1935 - 2016)
Ramón David Sánchez
Palomares (Escuque, Edo.
Trujillo, 1935 - 2006). Poeta, ensayista y Licenciado en Lenguas Clásicas por
la Universidad de los Andes (ULA). Fue Maestro y Profesor titular de Literatura
de la Universidad de los Andes. Sus poemas aparecieron en revistas tales como:
El Papel Literario de El Nacional y la Revista Nacional de Cultura. Entre sus
Premios figuran: Premio Municipal de Poesía del Consejo Municipal de Caracas;
Premio Nacional de Literatura (1975); Premio Internacional de Poesía Víctor
Valera Mora (2006) y el Premio Iberoamericano de Literatura (2010). Entre sus
obras destacan: El Reino (1958); Paisano (1964); Honras Fúnebres (1965); Santiago
de León Caracas (1967); Adiós Escuque (1968 - 1974); El Vientecito Suave del
Amanecer con los Primeros Aromas (1969); Elegías1930 (1980); Alegres Provincias
(1988) y Vuelta a Casa (1992 - 2006).
El
Reino
(1958)
Máscaras
He aquí que
existimos en el límite de la mentira
que nuestra vida es
impalpable
que estas personas
representadas pertenecen
a un dueño de otro
orden.
Cumplimos cabalmente
en escenas
ante el gran público.
Así recreamos bajo los astros
y acudimos a una
cita en los vientos
saliendo al paso de
nuestras fiestas.
nuestro corazón está
prestado a otros personajes,
murmuramos un sueños
y nuestros labios no son responsables,
somos bellos o nobles
según la circunstancia.
Nos asalta un
delirio azaroso
y caemos en los
escenarios bajo una voluntad extraña.
Y no tenemos vida,
pues andamos sobre
ruedas en un país desconocido
cuyas flores nos
interesan de manera frívola
y cuyas mujeres nos
aman en alcoba de falsedad.
Producimos un fuego
y su corazón azul
crepita con más
fuerza en el nuestro
en tanto arden los
leños a la manera de sangre.
Nos permitimos ser
extraños. falsos.
Llevar una emoción
no sincera.
Mientras andamos,
desterrados de nuestro cuerpo
de un interminable
paseo.
Paisano
(1964)
Tierra
de Nubes
El
Noche
A Oscar Sambrano
Urdaneta
Aquí llega el noche
el que tiene las
estrellas en las uñas,
con caminar furioso
y perro entre las piernas
alzando los brazos
como relámpago
abriendo los cedros
echando las ramas
sobre sí,
muy lejos.
Entra como si fuera
un hombre
a caballo y pasa por
el zaguán
sacudiéndose la
tormenta.
Y se desmonta y
comienza a averiguar
y hace memoria y
extiende los ojos.
Mira los pueblos que
están
uno en ladera y
otros agachados en los barrancos
y entra en las casas
viendo cómo están
las mujeres
y repasa las
iglesias por las sacristías y los campanarios
espantando cuando
pisa las escaleras.
Y se sienta sobre
las piedras
averiguando sin paz.
Baile
He quebrado el sol
soy una baraja que
brilla
por el cerro están
mis estrellas.
Allí estuve una vez,
riéndome
y me echaba el pelo
en la espalda y cantaba
y todos se quedaban
quietos y se quedaban
encantados.
He venido envuelta
en fuego sobre las lomas;
vuela el quejido de
su boca
y vuelan sus cantos
y los embrujadores labios que estallan
en lirios de la
noche;
de la medianoche a
las tres, de la medianoche a las tres
fatales
de la madrugada.
Cuando el músico
arrequinta el cuatro
y giran los pies
y la sala se quema.
No dejaré de volver
Voy a iluminar las
ventanas
Voy a enredar las
crispe de las yeguas.
No dejaré de volver.
No dejaré de volver.
Adiós
Escuque
(1968
- 1974)
El
Patiecito
A Pedro Parayma
Me dijo mi padre el
Dr. Ángel
― ¿Qué haces Rómulo?
―Estoy desyerbando
el patiecito
voy a sembrar
Pero…
¿Adónde está lo que
te di Rómulo?
¿De qué estás
viviendo?
―Bueno soy
escribiente padre
Escribiente.
―Entonces
No fuiste lo que yo
soñé
―Ay padre
lo que soñaste se lo
llevaron las aguas
Ahora sólo hay malezas
malezas ¿ves?
Estoy limpiando el
patiecito.
Alegres
Provincias
(Homenaje
a Humboldt)
(1988)
(Fragmento)
Un pequeño Barco viaja hacia América. Entre todos los barcos grandes y
pequeños este barco lleva un Dragón. El Dragón se pasea por la cubierta entre
los peces voladores: con un termómetro de plata sondea la fiebre marina, con
sus largos ojos de serpiente trabaja la noche. El Soñador, el Dragón va en
busca del mundo. Es un pequeño barco en viaje hacia América pero sólo él entre
todos lleva un Dragón.
Ser Dragón supone tener demasiado sueño; sueño que reconocer, que
bordar en alguna selva, algún océano, alguna tempestad… Las temperaturas del
agua le descubren un torbellino y una fuente que recorre jardines marinos y crestas
de cordilleras hace mucho tiempo fundidas en coral.
Vuelta
a Casa
(1992 - 2006)
Más
allá del Rocío
A mis amigos de entonces
los Pérez Negrón
¿Y qué hay más allá
del rocío?
―No me olvides dijo
la elevada palmera,
Reventaban allí
estridentes cigarras,
mañanas moteadas,
plomizos vapores…
Hay un pequeño
estanque, piedra aferrada a una pintura,
grueso amarillo y
rojo,
andan, nadan, se
agreden y arrullan unos patos tiznados,
gansos de pluma
vieja y maltratada
Y es sábado
y el Sr. Ángel –un
ángel grueso, zurdo y bondadoso
trae libros con
dibujos
salen hadas,
princesas, reinos, bosques, brujas, murallas
en ascendentes remolinos
y al mediodía los
jobos esparcidos más allá del arroyo se
alborotan
y removiendo los
aires y las nubes.
Zumos, aromas, el
amarillo todo, la luz toda
¡Vaya algarabía!
Vuelta a Casa
Aceptemos que todo sea entramados
y no el camino vuelto un cauce viejo,
o sendas polvorientas donde canta la arena…
hablo de otras veredas, seda y aire
que han tendido la araña y las abejas
y que conducen por un patio pequeño
al otro lado de la huerta,
por donde vamos de regreso a “la casa”
perdiéndola, añorándola
para con gajos de algún fruto muy denso
arrancarnos la sed que ha venido mordiéndonos
a cada paso, en cada asecho
sin que el orden enjuto y los ojos agudos
sequen la risa y el ensueño
levantados de ese humo, de esas tejas sin tiempo
que unas mujeres ya sin rostro curtieron,
en flor de cal terrosa
con amor sin fatiga y fe dulcísima.
Dios las tenga en su gloria.
VÍDEO / RAMÓN PALOMARES
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